La conducta esperable

Ya ni recuerdo la cantidad de veces que me sentí juzgada por cierta conducta de mi hijo delante de otras personas. Con cierta conducta me refiero a situaciones del tipo «vamos a comer a lo de mi vieja y a Coco no le gusta la tarta de espinaca que preparó la abuela» o «está jugando en casa de la tía y se saca las zapatillas porque prefiere andar descalzo» o «no quiere ir sólo al baño en casa ajena y lo tengo que acompañar aunque no necesite mi ayuda». Puff.

Ya tengo estudiadas cuales son las expectativas de cada casa, de cada miembro de la familia y de nuestro entorno, porque en estos 4 años y medio que llevo de madre me han criticado, juzgado, aconsejado y recomendado cosas sobre cada mínima cosa que hizo mi hijo en presencia de otros. Al principio era mas sumisa porque estaba insegura, pero ahora me cago en todas sus opiniones. Me he peleado, así logré que cierren el pico. Pero después me reconcilié y logré que no me digan más nada.

Yo nunca pude entender porque la gente se enoja -porque se enojan- cuando el chico hace cierta cosa que se sale de los parámetros de la adultez. HOLA, ES UN CHICO. ¿Qué chico no se levanta 500 veces durante la cena? ¿Qué chico se queda quieto 6 horas seguidas mientas su madre toma mate con las amigas? ¿Qué chico se quiere bañar todos los días o comer tooooodas las verduras que una le ofrece? Si ese chico existe, no quisiera conocerlo porque me moriría de terror. Bah, la madre me daría terror.

Ojo, yo también pienso: Si tenés sueño ¿porque no te dormís nene, en vez de llorar como un desgraciado? Pero los niños son así, así que la próxima vez que vea un chico llorando en la calle o en el supermercado evite mirar a la madre con cara de pedir explicaciones. Y si usted es la madre de ese niño que llora, ensaye respuestas posibles ante preguntas como ¿no come verdura? Y bueh, ya comerá cuando sea más grande. ¿No duerme toda la noche? Y bueh, ya dormirá toda la noche cuando sea más grande. ¿Todavía no se baña sólo? Y bueh, ya se bañará sólo cuando sea más grande. Por que en definitiva, de eso se trata crecer. Hacer las cosas de grande cuando uno crece y no cuando se le canta a Mabel, la vecina de al lado.

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